La importancia de plantear una estrategia y unos objetivos medibles, son fundamentales para cualquier empresa. Los resultados que se deriven de este plan de acción, repercutirán de manera directa en la creación e innovación de los productos y servicios, y de manera indirecta y proporcional, en la competitividad de su mercado.
Los mercados se modelan bajo un entorno de continua innovación, alta competencia y por tanto una gran incertidumbre, en donde las formas de negocio más obsoletas tienden a desaparecer. Es aquí, donde cobra importancia la flexibilidad de las empresas en su disposición al cambio.
Cada vez son más las empresas que tienden hacia un modelo de organización orientado a objetivos claros, compuesto por equipos enfocados a la ejecución de proyectos relativamente temporales, y orientados hacia una estrategia común.
Un modelo de organización que responde de manera clara y rápida a las demandas del mercado, ya sea para crear un nuevo producto, o para innovar el ya existente, poniendo el foco de atención en el cliente.
Dentro de esta estructura organizacional, es donde cobra fuerza la figura de los directores de proyectos.
Por tanto, podemos decir que, organizar y orientar la estrategia de la empresa a la Gestión de Proyectos es una maniobra esencial para:
• Innovar,
• Reducir plazos de entrega, riesgos y alcance.
• Mejorar los costes empresariales,
• Gestionar mejor el tiempo,
• Organizar de manera eficiente los equipos de trabajo.
En definitiva, una herramienta para crear valor y llevar un control mucho más organizado de los resultados obtenidos, pudiendo incrementar el ratio de éxito.
Para sostener y garantizar la eficiencia de los proyectos, existen una serie de metodologías aplicables a cualquier tipo de organización, así nos encontramos con las metodologías PMP, IPMA, PRINCE 2, AGILE, KANBAN, SCRUM y XP.
Estas metodologías, a medida que se implementan en la organización, van acortando la curva de aprendizaje, se van refinando y mudando al estilo personal de cada empresa mejorando su eficiencia.
Esta claro que la Gestión de Proyectos proporciona más ventajas a la empresa que otro tipo de metodología, organizando de manera eficiente su estructura, y permitiendo maximizar sus beneficios en términos de calidad, control y costes.
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