El CEO y la empresa ante las adversidades: resiliencia.
Todas las organizaciones se enfrentan a un gran cambio,tanto de entorno como de mercado. La situación excepcional en la que actualmente nos encontramos, dificulta poder determinar que acciones y estrategias nos llevarán a conseguir los objetivos que previamente nos habíamos marcado.
Dentro del escenario actual, no todas las empresas se encuentran en la misma posición o capacidad de recuperación, para encaminar nuevamente su negocio. Sin embargo, aquellas empresas que son capaces de enfrentar los cambios que el entorno les impone, llegan a desarrollar estrategias competitivas, que permiten adaptarse y lograr sus objetivos antes que el resto de sus competidores.
Resulta esencial, tener unos cimientos y una estructura solida, para poder encarar cualquier estrategia de recuperación, que dependiendo del mercado objetivo, bien o servicio que prestes, tendrás que desarrollar.
Dentro de este contexto, destacamos el concepto queGarmezy acuñó en 1971, sobre la denominada “Resiliencia Organizacional”, entendido como, “La capacidad para recuperarse y mantener una conducta adaptativa después del abandono o la incapacidad inicial al iniciarse un evento estresante”.
Este concepto implica la transformación de cualquier adversidad en una oportunidad, sin tener en cuenta factores económicos de la organización. Evidentemente, parece más un ideal que una realidad, pero la fortaleza de cada miembro de una compañía, enfocados a un mismo objetivo, es determinante para poder incrementar la capacidad de recuperación.
Entre aquellos factores que permiten que ocurra la “resiliencia”, nos encontramos con factores tan esenciales como la comunicación y la gestión del talento.
En este nuevo escenario, es importante que la toma de decisiones tenga en cuenta tanto a directivos como atrabajadores.
Los trabajadores de una empresa deben sentirse parte integrante de la organización. Aspectos como, un liderazgo que apoye las labores de los trabajadores, motivación al logro, habilidades para orientar las distintas funciones o tareas, la inteligencia para el manejo interpersonal y un buen sistema de coordinación y comunicación en la gestión, se imponen como un estilo de vida en situaciones adversas, siendo parte esencial en el proceso de resiliencia de una compañía.
Las empresas por tanto, deben, dentro de este nuevo paradigma, convertirse en organizaciones resilientes, y poner en la mente de cada uno de los integrantes de la organización la idea de caminar bajo un mismo objetivo, salir de la crisis. El sentimiento de resiliencia entre los trabajadores, podrá ayudar a que el proceso y los desafíos que tengamos que enfrentar, se lleven a cabo de una manera más fluida.
Evidentemente, para que todo ello se dé de manera coordinada y con éxito, la figura del CEO debe intervenir de manera activa en el proceso de resiliencia, tener una visión y pensamiento estratégico, establecer los métodos y las herramientas en base a un conocimiento del entorno, optimizar los recursos y dar las pautas para su desarrollo,con la finalidad de fijar los objetivos a corto y largo plazo que permitan generar una capacidad de recuperación en el menor tiempo posible.
El CEO como líder, deberá posibilitar y potenciar el desarrollo del talento, infundir ánimo, y transmitir y comunicar la información necesaria para que los trabajadores no se vean inmersos en una situación de incertidumbre.
Cada uno de estos aspectos beneficia al proceso de recuperación de una empresa, permitiendo enfrentar la crisis de una mejor manera.
Ahora bien, nos encontramos en una crisis donde la estructura y los cimientos de la mayoría de las empresas se tambalean, los aspectos mencionados anteriormente son cruciales para que la base de toda empresa (los trabajadores) puedan activar la recuperación, pero hay factores externos (el entorno), paralizados por la crisis actual, en un mercado cada vez mas competitivo e inmerso en una reinvención constante.
La empresa debe, y más bien tiene que reinventarse. Surgirá la necesidad de que los trabajadores se formen en nuevas disciplinas, adquieran nuevas habilidades para que la empresa, en base a las estrategias marcadas por el CEOo sus consejeros, puedan lograr la recuperación financiera.
De manera inevitable, el éxito necesitará la contribución de todos los trabajadores y directivos de una empresa, para impulsar un cambio y una recuperación positiva. Evidentemente, la readaptación a nuevos entornos por parte del tejido empresarial, resulta punto clave y esencial para salir de esta situación de manera fortalecida.
Por tanto, el sentimiento de resiliencia, tanto dentro como fuera de la estructura empresarial, se impone como vital para avanzar.